Si aún no te cabe en la cabeza que haya mujeres que usen compresas de tela, es porque:

• desconoces el impacto ambiental de los artículos higiénicos desechables o no te importa, 
• no has experimentado lo cómodas que son en contacto con la piel en comparación con la mezcla de celulosa y plástico.

Que las toallas femeninas de tela son anti higiénicas, es algo que he escuchado muchas veces, independientemente del estrato social, nivel de educación, o capacidad de reflexión de mi interlocutora.

Curiosamente las toallas femeninas de tela no tienen el mal olor característico de las toallas desechables. ¿Por qué? Porque efectivamente son más higiénicas.

• Las toallas desechables contienen polvos gelificantes en su interior. Estos polvos, al mezclarse con el flujo menstrual, se convierten en un medio idóneo de cultivo de bacterias. 
• Una vez nutridas por el flujo menstrual, el cuerpo provee el calor y humedad necesarios para que las bacterias se reproduzcan rápida y cómodamente en la toalla. 
• Durante su uso, una toalla femenina desechable literalmente es una compresa incubadora de bacterias, que se mantiene en contacto directo con la piel y zona genital, durante horas. 
• El PH de la piel se ve afectado por la acidez que producen las bacterias en la toalla desechable. Esto vulnera las defensas naturales de la piel y crea una predisposición a infecciones, que incluso podrían ser causadas por la misma toalla.
• Los polvos gelificantes (polímeros acrílicos) son sustancias químicas sintéticas que pueden causar irritación y alergias al entrar en contacto con la mucosa vaginal y área genital.

Las toallas femeninas de tela no tienen este problema, porque los tejidos naturales (algodón, bambú, lino, cáñamo, etc) tienen propiedades naturales en sí mismos, que inhiben la multiplicación de bacterias. En pocas palabras, a las bacterias les resulta más difícil multiplicarse en una toalla de tela que en una desechable. También sucede que los tejidos naturales tienen mayor capacidad de “respirar”, es decir, de permitir el paso del aire mantenerse más frescos.

El cambio a toallas de tela no es tan complicado como imaginas. Se trata de lavar una vez al mes, en tu lavadora, tus toallas de tela. Eso es todo. Miles de mujeres han incorporado este cambio a su vida, con resultados muy positivos. En el fondo es solamente cuestión de analizar las ventajas y desventajas, y optar por lo más saludable.

¿Te animas a usar toallas sanitarias de tela?

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*Aplican Restricciones